miércoles, 30 de enero de 2013

Memoria: José Berruezo Silvente (Mazarrón 1895-Aix-en-Provence 1986)

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Obrero, revolucionario, escritor, maestro... José Berruezo fue un anarcosindicalista que luchó por la libertad y contra el fascismo, participó activamente en estas luchas a lo largo de casi todo el convulso siglo XX, conociendo la clandestinidad, la prisión, la persecución, pero construyendo activamente un mundo mejor. Queremos que ésta sea la primera de una serie de biografías de personas que tienen alguna relación con Mazarrón y han dejado una huella en la historia que queremos recordar. No es culto a la persona, sino el reconocimiento a una lucha de la que nos sentimos hereder@s. 

José Berruezo Silvente fue uno de aquellos militantes libertarios que desarrolló su labor fundamentalmente a nivel local, que permitieron establecer un tejido social que cohesionara a la clase trabajadora y que desarrollaron una labor cultural antagonista al predominio de la cultura burguesa. Sin la labor de este tipo de militantes, el movimiento anarcosindicalista no hubiera podido subsistir.
Berruezo destacó por su trabajo en el Barcelonés Norte, sobre todo en Santa Coloma de Gramenet, Sant Adrià y Badalona. Fue el impulsor del primer sindicato de clase, contribuyó a la labor cultural y política que algunas entidades realizaron contra la Dictadura de Primo de Rivera, fue el alma de la Casa del Pueblo colomense durante el período de la IIª República, miembro activo del Comité Revolucionario que, en julio de 1936, organizó la respuesta al golpe de los militares en Santa Coloma, fue miembro del consistorio a lo largo de toda la guerra civil y fue el último alcalde republicano, exiliándose a Francia en enero de 1939. Fue un hombre siempre comprometido en la lucha por la justicia social y la libertad desde las filas de la CNT, reconociéndose como un anarquista que confiaba en las posibilidades del ser humano para construir una sociedad igualitaria donde los trabajadores alcanzasen definitivamente su emancipación económica y social.
Berruezo nació en 1895 en el pueblo minero de Mazarrón (Murcia). Allí conoció la miserable vida de los trabajadores de la mina, las actitudes arrogantes y prepotentes de los caciques locales, la explotación de los niños y la falta de escuela y educación que sufrían. Con sólo 14 años repartía manifiestos invitando a los trabajadores a que asistieran al Centro Obrero donde se realizaban conferencias y charlas de tipo social y podía consultarse una biblioteca que contenía lo más granado del pensamiento laico y progresista de la época, como los libros de la Escuela Moderna de Ferrer y Guardia o las obras del geógrafo anarquista Eliseo Reclús. En 1912 contribuyó, con otros jóvenes del pueblo, a la creación de un Centro de Estudios Sociales, instalándose en una escuela donde Berruezo enseñaba a leer y escribir a niños pequeños sin escolarizar; se contaba también con una biblioteca y un cuadro artístico que representaba obras de carácter social, como Aurora de Libertad, alegoría del 1º de mayo. En 1914 sufrió su primera detención, acusado de realizar pintadas a favor de Ferrer y Guardia y “vivas a la anarquía”. Desde 1916 a 1919 realizó el servicio militar en el ejército de África, siendo en este período cuando la crisis se cebó en la minería y se cerraron numerosos pozos que obligó a la emigración masiva, primero los jóvenes, después los adultos y, finalmente, familias enteras. Cuando terminó la “mili” las esperanzas de encontrar trabajo en su pueblo eran inexistentes y dirigió sus pasos hacia Barcelona. Un emigrante más que engullía la gran urbe.
Llegó a Barcelona en marzo de 1919, en uno de los períodos más conflictivos de la historia del siglo XX. La huelga de la Canadiense daba los últimos coletazos, se conseguía la jornada de ocho horas, la huelga general se extendía por todo el Principado y por todos los sectores de actividad. En los meses finales de ese año se asistía a la reacción patronal con la declaración del lockaout, entre noviembre de 1919 y febrero de 1920, que dejó a más de 200.000 obreros sin trabajo. Encontrar trabajo no fue fácil. En la Casa Cros, en huelga general, se lo ofrecía, pero él lo rechazó porque no estaba dispuesto a hacer de esquirol. Se fue a Camarasa, donde trabajó en la construcción de una presa que debía suministrar electricidad, pero generó sospechas a la Guardia Civil porque, a diferencia de otros trabajadores, no frecuentaba los bares ni los prostíbulos, sino que sólo leía. Un día le avisaron que la Guardia Civil vendría a detenerlo. Junto a un grupo de amigos huyó a Francia, instalándose en Marsella, donde estuvo muy poco tiempo. En los primeros meses de 1920 se instaló en Santa Coloma de Gramenet.
Aunque vivía en Santa Coloma, Berruezo, como otros muchos trabajadores que se habían asentado en esta localidad durante la Gran Guerra, trabajaba en las zonas industriales de la cercana Barcelona, concretamente en Casa Girona, situada en Pueblo Nuevo, dedicada a la fabricación de materiales para los ferrocarriles y que era una de las empresas metalúrgicas más importantes de Cataluña. Junto a otros obreros contribuyó a crear el primer sindicato de clase que apareció en Santa Coloma, el Sindicato Único de Trabajadores, fundado en julio de 1923 y adherido a la CNT. La implantación de la Dictadura de Primo de Rivera llevó a su clausura en la primavera de 1924 sin que hubiese conseguido penetrar entre los obreros que trabajaban en las pocas industrias locales. Su militancia anarcosindicalista le llevó también a ser uno de los 500 despedidos de la Casa Girona, quedando incluido en la “lista roja” que advertía a los patronos de sus actividades sindicales.
Durante la Dictadura participó en el Ateneo Instructivo Colomense, una entidad eminentemente cultural que aglutinaba a aquellos sectores que se oponían a la oligarquía y caciques locales. Fue un lugar de convergencia de republicanos, catalanistas de izquierda y anarquistas que desarrollaron una importantísima labor de deslegitimación de la Monarquía y la Dictadura en Santa Coloma. Fue nombrado secretario y, desde este puesto, impulsó una Comisión de Cultura dominada por los anarquistas que se convirtió en el eje de la actividad del Ateneo Instructivo. En 1930, cuando la Dictadura se acercaba a su final, la Junta del Ateneo decidió nombrar a José Berruezo como corresponsal en Santa Coloma del diario republicano El Diluvio. En sus páginas comenzaron a aparecer continuas informaciones sobre la situación social y urbanística de Santa Coloma, así como las conferencias realizadas en el Ateneo. Entre los invitados a su sede se encontraban importantes personajes de la vida política catalana de oposición a la monarquía: Angel Samblancat, Rovira Virgili, Jordi Arquer, Angel Pestaña, etc.
En la medida en que se aceleraba la desintegración de la Dictadura, el Ateneo, como entidad cultural, fue dejando paso a la reorganización de partidos políticos republicanos que tomarían el relevo ante la nueva situación política que se creaba. Los anarquistas decidieron, entonces, impulsar la creación de una Casa del Pueblo que fuera continuadora de la acción cultural del Ateneo, al tiempo que se pensaba ya en la reorganización del Sindicato Único de Trabajadores (SUT). Berruezo formó parte de la Comisión Organizadora que presentó los Estatutos de la Casa del Pueblo, que fueron aprobados en marzo de 1931, siendo elegido presidente en el mes de mayo, pocas semanas después de proclamada la República. Este cargo lo mantuvo de manera alternante durante todo el período republicano. También formó parte de la Comisión Organizadora del SUT, cuyos Estatutos fueron aprobados a finales de mayo de 1931, siendo nombrado Secretario. Por otro lado, Berruezo se había convertido en uno de los corresponsales de Solidaridad Obrera, el órgano de la CNT catalana, desde su reaparición en el verano de 1930, firmando muchas de sus colaboraciones con el seudónimo de Clarín. Al mismo tiempo, colaboró en la organización de la Escuela Racionalista que abriría sus puertas en diciembre de 1931 y donde ejerció, junto al maestro titular Máximo Llorca, como maestro. Como podemos observar, nuestro personaje se había convertido en un militante clave en las estructuras organizativas del anarcosindicalismo colomense.
La labor que se desarrollaba desde estos distintos ámbitos iba dirigida fundamentalmente a los trabajadores que residían en la localidad. En su mayor parte eran obreros de poca o nula cualificación profesional, azotados en gran medida por la crisis económica que se abatió sobre las zonas industriales de Cataluña a lo largo de los años treinta; procedían en su mayor parte de la inmigración, fundamentalmente de Murcia, Valencia y Andalucía, con un alto grado de analfabetismo, sobre todo entre las mujeres. La casa del Pueblo ofreció un lugar de encuentro y relación para todos aquellos que habían tomado conciencia de la necesidad de cambiar la sociedad. En ella se impartieron ciclos de conferencias sobre temas sociales y científicos, se representaban semanalmente obras de teatro, obras que poseían un alto grado de contenido crítico respecto a la sociedad capitalista; pero la labor más importante fue el mantenimiento de la Escuela Racionalista donde podían aprender las materias básicas los hijos de los trabajadores que rechazaban la escuela estatal y la religiosa. Esta escuela estuvo inspirada en los principios de la Escuela Moderna de Ferrer y Guardia, de ahí que el sistema de enseñanza se encontrara entre los más avanzados: el niño como protagonista de su proceso de aprendizaje, el maestro como compañero y consejero, coeducación de sexos, el arte y el teatro como elementos fundamentales de la formación del niño, ausencia de exámenes, de premios y castigos, la educación física y el excursionismo como complemento imprescindible de la educación infantil; en definitiva, una escuela antiautoritaria y antijerárquica cuyo objetivo era formar niños críticos con la sociedad que les había tocado a vivir y dispuestos, como hombres libres del mañana, a comprometerse socialmente por el cambio revolucionario hacia una sociedad más igualitaria y justa.
En esta labor, Berruezo fue uno de los hombres clave y punto de referencia, por su honestidad y coherencia, para la juventud colomense, ganándose el aprecio incluso entre sus enemigos políticos. Él, que siempre había mantenido una profunda preocupación por la cultura y aprendizaje de los más pequeños, pudo, finalmente, ejercer como maestro. A principios de 1932 fue cerrada la empresa en que trabajaba, la Casa Nubiola, del sector químico, instalada en Sant Martí de Provençals. Sólo hacía dos meses que funcionaba la Escuela de la Casa del Pueblo y había ayudado a Máximo Llorca en las tareas educativas. Ahora, sin trabajo, Llorca (secretario del Sindicato de Profesiones Liberales, que era el que seleccionaba a los maestros de las escuelas racionalistas que aparecían en Cataluña) le ofreció la posibilidad de hacerse cargo de la escuela que en Sant Adrià había abierto el Ateneo de Cultura Social, denominado Grupo Escolar Floreal y, sin dudarlo, aceptó la oferta. En esta escuela trabajó Berruezo durante toda la República, excepto en los períodos en que la represión sobre el movimiento anarcosindicalista se cebaba sobre su persona. La escuela estaba situada en la calle Fermín Galán, muy cerca del mercado, y las clases comenzaron con unos 14 niños entre los ocho y los diez años. También daba clases nocturnas a jóvenes trabajadores, de entre 14 y 16 años, que aprendían a leer y a escribir, así como rudimentos básicos de Geografía, Historia, Aritmética, Geometría, etc. Aunque no se poseen datos del número de alumnos matriculados, la escuela conoció dos traslados a edificios cada vez más amplios, lo que es síntoma de un aumento constante en la cantidad de niños que demandaba sus servicios. El primer traslado se realizó a un edificio de la Plaza Macià, donde se incorporó una nueva maestra, Matilde Escuder, compañera de Félix Carrasquer, uno de los pedagogos libertarios más importantes de la época. Posteriormente, en 1936, se instaló definitivamente en el edificio Polydor, donde funcionó hasta la derrota republicana frente al franquismo.
Berruezo también conoció la represión que las autoridades republicanas (locales y autonómicas, ambas de ERC) ejercieron sobre el movimiento anarcosindicalista. Estuvo detenido en cuatro ocasiones: en mayo de 1932, en el contexto de las redadas policiales que intentaban abortar la jornada de protesta que la CNT había convocado contra las deportaciones de sus militantes a las colonias africanas; a finales de febrero de 1933, cuando se desarrollaron movilizaciones de parados en Santa Coloma; en agosto de 1934, cuando todos los asistentes a una conferencia en la Casa del Pueblo fueron detenidos de manera preventiva; y en junio de 1935, cuando se generalizó la detenciones de militantes cenetistas en relación a los hechos acaecidos en octubre del año anterior. En las tres primeras detenciones salió de la cárcel al cabo de pocos días sin que se presentaran cargos en su contra. En la última ocasión su estancia en la cárcel duró varios meses, siendo conducido, junto a otros 300 militantes (entre ellos Durruti, Ascaso, Aurelio Fernández, Julián Gorkin, etc. ) a la cárcel de Valencia.
También salió en libertad sin que se presentaran cargos en su contra. Era lo que se denominaba entonces, u preso gubernativo, es decir, una fórmula de las autoridades republicanas para encarcelar sin mandato judicial a los que consideraban un peligro social. Se trataba de una herramienta para desarticular al movimiento revolucionario a costa de no respetar derechos y libertades individuales que la propia constitución
republicana proclamaba. En el caso de Berruezo hay que señalar que su casa fue asaltada por las “fuerzas del orden” en varias ocasiones, siempre en busca de armas que nunca se encontraban; sus clases en Sant Adrià fueron interrumpidas por la Guardia Civil en varias ocasiones; también fueron numerosas las veces en que al salir de las clases nocturnas, o de los ensayos del grupo de teatro de la escuela, la Guardia Civil o los Mozos de Escuadra esperaban al maestro para cachearlo impunemente.
A pesar de esta actitud de las autoridades republicanas con el movimiento libertario, sus militantes fueron los primeros en salir a la calle para enfrentarse al ejército que el 18-19 de julio de 1936 se levantó en armas contra la República. Berruezo, junto a los militantes del SUT y, en esta ocasión con los de ERC y republicanos federales, tomaron inmediatamente el control de la situación en Santa Coloma. Se creó un Comité Revolucionario encargado de mantener el orden público, ejercer una estricta vigilancia sobre los miembros de partidos de derechas (Lliga) sospechosos de poder colaborar con el ejército que intentaba ocupar Barcelona, organizar durante los primeros días a los voluntarios colomenses que nutrieron las filas de las columnas que se dirigían a liberar Zaragoza de la ocupación fascista, intentar controlar, aunque no siempre con éxito, las venganzas indiscriminadas contra empresarios, sacerdotes o militantes de derechas, etc. Berruezo fue el responsable del Departamento de Gobernación, Higiene y Sanidad, cargo que siguió manteniendo cuando se disolvió el Comité y se reorganizó de nuevo el Ayuntamiento en octubre de 1936. Durante el transcurso de la guerra fue nombrado secretario de la Federación Local de Sindicatos de Gramenet del Besòs (nuevo nombre de la población) tras los sucesos de mayo de 1937, y secretario del Sindicato de Maestros de la localidad.
El objetivo más importante del consistorio durante este período fue conseguir una distribución equitativa de los alimentos entre la población, pero también se abordaron otras deficiencias de la localidad: se creó en la localidad una estafeta de correos (antes toda la correspondencia pasaba por Badalona), un hospital y un consultorio médico (se instalaron en la torre incautada a sus propietarios de Can Roig i Torres) con servicio de ambulancia incluido, inexistente antes en Santa Coloma. La Escuela de la Casa del Pueblo se integró en el CENU (Consejo de la Escuela Nueva Unificada) que se instaló en la Torre de Can Rius (Can Sisteré), que incluía un refugio antiaéreo.
Berruezo y Celestí Boada (ERC) fueron los hombres sobre los que recayó la mayor responsabilidad de gobierno durante la guerra. Boada como alcalde y Beruezo como teniente de alcalde. Cuando el primero realizó un viaje a la URSS, entre abril y mayo de 1937, el segundo se hizo cargo de la alcaldía. Finalmente, en la primavera de 1938, cuando Boada fue movilizado para el ejército republicano, Berruezo fue nombrado alcalde de Santa Coloma, cargo que ocupó hasta el 26 de enero de 1939. El día siguiente, 27 de enero, hacían su entrada en la población las tropas de Franco.
Berruezo fue, por tanto, el último alcalde republicano de Santa Coloma de Gramenet.
A diferencia de Boada, que fue encarcelado y fusilado por la Dictadura tras la denuncia de falangistas locales, Berruezo consiguió llegar a Francia donde permanecería hasta su muerte (1986) Durante este largo destierro, mantuvo siempre la esperanza en la caída del franquismo y participó decisivamente en las organizaciones libertarias en el exilio. Ya desde los primeros meses colaboró en la reorganización de los primeros núcleos cenetistas, peripecias y heroicidades que quedaron recogidas en su obra Contribución a la historia de la CNTen el exilio. Participó activamente en los debates que se suscitaban sobre quién debería dirigir la lucha contra Franco, si los militantes del exterior o los del interior. Berruezo defendió que la línea a seguir debían marcarla los que actuaban en el interior ya que eran ellos los que conocían realmente la situación de los trabajadores, las posibilidades reales de actuar masivamente o no contra la Dictadura, la necesidad de alianzas con otras fuerzas políticas democráticas, etc.
Entre noviembre de 1952 y julio de 1961 publicó quincenalmente un artículo en el diario cenetista España Libre, dirigido sucesivamente por Ramón Liarte, Emilio Vivas y Ginés Alonso. Bajo el título de “Crónicas del trabajo”, Berruezo trató un sinnúmero de temas de carácter social y político, entre los que destacaron: la situación de los movimientos sindicales en diferentes países europeos, como Suecia, Alemania, Francia, Inglaterra, Italia, etc.; analizó los cambios tecnológicos que afectaban a la industria y cómo el movimiento sindical debía adaptar sus formas de lucha a esos cambios; abogó por la unidad sindical, y del conjunto del movimiento obrero, pero indicando la necesidad de que se mantuviese independiente de los partidos políticos; criticó con dureza la situación de la clase trabajadora en los países bajo control de la URSS y, sobre todo, la invasión de Hungría de 1956, donde la URSS aplastó un importante movimiento social que aspiraba a una nueva forma de entender la construcción del socialismo; no se olvidó de tratar periódicamente la situación en España, criticando con amargura a los países que denominándose democráticos contribuían al mantenimiento de Franco en el poder; analizó los casos de represión que se producían en el interior, así como los movimientos huelguísticos que se desarrollaron a partir de 1958 en las zonas mineras del norte; consideró también en sus crónicas que el movimiento libertario debía adaptarse a las duras condiciones impuestas por la Dictadura y que debía buscar la alianza con otras fuerzas de izquierda para derrocarla cuanto antes. Esta labor la simultaneaba con su trabajo como asalariado y con una rica correspondencia con militantes libertarios de Europa y América Latina.
Finalmente, en 1976, ya muerto el dictador, Berruezo pudo visitar de nuevo Santa Coloma de Gramenet. Era ya una Santa Coloma distinta. Había pasado de 18.000 habitantes cuando la dejó, a 145.000. Le sorprendió la abundancia de cafés y tabernas en contraste con la falta de centros de cultura (excepción hecha del Centre Excursionista Puig Castellar), entidades que sí existieron durante la República. A instancias de algunos hombres que lo conocieron, como Joan Vicente Castells o Enrique Casañas Piera, relató en un manuscrito los acontecimientos políticos y sociales en los que participó y que se publicaron bajo el nombre Por el sendero de mis recuerdos. Veinte años de militancia libertaria en Santa Coloma de Gramenet (1920-1939), editado y financiado por el Grupo de Estudios Histórico-Sociales de Santa Coloma de Gramenet.
Berruezo moriría en Aix-en-Provence en 1986, a los 91 años de edad.

Texto: Juan José Gallardo Romero

miércoles, 16 de enero de 2013

La Anarquía explicada a l@s niñ@s




JOSÉ ANTONIO EMMANUEL: LA ANARQUÍA EXPLICADA A LOS NIÑOS *
* Este folleto de 1931 forma parte de la Biblioteca Anarquista Internacional con sede en Barcelona. Fue diseñado por José Antonio Emmanuel, uno de los impulsores de la Biblioteca. Estos son los diez postulados que se presentan para hacer efectiva la Anarquía. 

“…Débiles y pequeños, los niños son, por eso mismo, sagrados…”
Eliseo Reclus
N. B. P.
Este folleto está escrito para contestar a la pregunta que nos han 
formulado varios camaradas: ¿Cómo educaré a mis hijos? Pregunta que ya 
esperábamos y a la que respondemos ateniéndonos a los dictados de la Razón 
y de la Ciencia.
Dedicado a los hijos del proletariado español, esperamos que, estas 
páginas –modestamente escritas– orientarán la educación de nuestra infancia 
en un sentido verdaderamente renovador.
A los padres y a los maestros nos dirigimos para que –en el hogar y en 
la escuela– propaguen las sanas doctrinas de una educación donde se 
destierre todo fanatismo y se aspire a libertar a la infancia de la nefanda 
opresión que sobre ella se ejerce.
Por culpas de unos y otros, la educación ha quedado estancada en un 
marasmo de servidumbre, de la que debe salir redimida y reconfortada.
Sean estas breves páginas estímulo para todos.
  EL GRUPO EDITOR
La Anarquía explicada a los niños
A los Hijos del Proletariado Español

  • ¿QUÉ ES LA ANARQUÍA?


ANARQUÍA, queridos niños, es la doctrina que no conformándose con la 
organización que se ha impreso a la humanidad, desde los tiempos  en  que 
empezaron a crear la Sociedad, intenta dar una constitución a la vida basada 
en los principios sacrosantos del amor universal y de la solidaridad humana. 
Su misión es hacer cesar la desigualdad reinante entre los seres que los 
divide en pobres y ricos, explotados y explotadores, esclavos y dominadores. 
Que la Vida sea tal cual debe ser: la libre manifestación de las facultades, la 
espontaneidad de los actos, la liberación final destruyendo las causas que se 
oponen a  que la sociedad se base en la más plena  libertad y en la  más 
absoluta independencia. 
Entre las causas que la Anarquía quiere destruir  por considerarlas 
nocivas y perjudiciales al desarrollo libre del individuo y de la colectividad 
puedo enumerar las siguientes para que no olvidéis nunca que, al combatirlas, 
laboramos por el bienestar de todos.
El MILITARISMO es la fuerza armada de que se valen los que se han 
apoderado de la vida, para imponer  sus injusticias y cimentar sus maldades. 
Esta fuerza no retrocede ni ante el crimen; arma a los seres entre sí, los lanza 
contra los que, como vosotros, como vuestros padres, vuestros hermanos, han 
hecho del trabajo una virtud. Cuando nos rebelamos a este modo de proceder, 
cuando nos alzamos contra la injusticia que con nosotros se comete, caen 
sobre nosotros. No contentos con querernos destruir, suscitan  guerras, 
diezman la humanidad, y los crímenes se amontonan en el camino que 
recorremos.
La anarquía opone a esta fuerza bruta, la Paz. El anarquista no quiere la 
guerra, se opone a la guerra, ansía la paz, porque es el punto fundamental de 
su  doctrina salvadora. Considera a todos los seres hermanos; no quiere 
fronteras que nos separen, sino corazones que se fundan en un solo amor: la 
emancipación total y absoluta de los seres humanos. Las  armas del 
anarquismo es el libro, es el trabajo, es la palabra. Con éstas combate la fuerza 
organizada del militarismo  y  con ellas triunfará sobre los carniceros  y 
devoradores de hombres. Con el libro, con el trabajo, con la palabra llama a 
todos, haciéndoles ver que sobre la fuerza bruta se alza la fuerza de la idea 
cuyo triunfo final no puede discutirse.
El CLERICALISMO es la farsa de que se han rodeado los usurpadores 
de la vida para demostrar que sus imposiciones, sus tiranías, sus opresiones 
son justas y agradables a un “dios” que se han forjado para revestir de bondad
sus actos. Con este “dios” se dirigen al corazón de los creyentes, y rodeándole
de un fausto y un lujo inusitados en los templos que le han erigido, dirígenle 
oraciones y preces para hacer creer a todos que son los directores de la vida, 
los organizadores de la vida, y que la sociedad constituida cae en pecado de 
no seguir a este dios, los mandatos de este dios, las tiránicas órdenes de este
dios. Sobre todo, se apodera de vosotros, queridos  niños, para atemorizaros 
con los fabulosos tormentos de un infierno y los goces de un cielo que habéis 
de ganar supeditándoos a los que representan a este dios en el mundo. A los 
que no le siguen, a los que se apartan de ellos asqueados y rebelándoseles, 
los declaran “enemigos” y frente al poder de su dios, a la omnipotencia de su 
dios, crean el  demonio  que  tienta al hombre, a la mujer, a vosotros mismos 
condenándonos a penas eternas de un fuego infinito.
Para afianzarse, para asegurar su dominio en el mundo y sobre todos
los seres, llama en su auxilio al  militarismo que tiene organizada la vida en 
ejércitos dispuestos a hacer triunfar el principio divino.  La Anarquía opone a 
este poder omnímodo, a este  poder absoluto, a esta potestad terrorífica, la 
cultura por la Ciencia. La ciencia, que es el ordenado conocimiento de la vida, 
descubre las leyes porque se rigen los mundos y la sociedad; investiga que 
todo lo atribuido a dios, lo innato a dios, es falso y erróneo; que sólo existe una 
ley que derroca la ley divina, que destruye la omnipotencia divina: la ley natural 
del progreso humano. En virtud de este progreso se llega fácilmente  a 
contemplar la vida en toda su pureza; que la tierra no es la morada de dios, ni 
el templo de dios; que el ser humano no tiene origen divino, sino que 
aparecimos  en el mundo  en virtud de hondas  e incesantes transformaciones 
evolutivas en el organismo animal hasta llegar a nuestra especie; que el fin del 
mundo tampoco está sujeto a los providenciales destinos de dios, sino que la 
ciencia fija su fin de un modo racional y de acuerdo con las leyes naturales.
La Anarquía destruye las religiones porque son absolutistas, despóticas, 
crueles y sanguinarias. Y contra ellas quiere preservaros, queridos niños, para 
que os rebeléis al temor de ser condenados, al miedo de ser castigados,  al 
placer de ser premiados. El castigo y el premio sólo pueden existir en  la sociedad  burguesa creada por los religiosos y los militarizantes. Sólo existe 
una recompensa: la del deber cumplido con la Vida, de ser útiles a los 
semejantes y de coadyuvar a implantar la nueva sociedad donde no existen 
odios, ni rencores, ni clases, ni vanidades, ni tiranías.
El CAPITALISMO es la sociedad organizada  en  el  egoísmo brutal y 
antihumano, detentando el poder absoluto sobre la humanidad que produce y 
trabaja, aprovechándose del esfuerzo común para crear riquezas y privilegios 
sin los cuales no podría vivir.  Erige un poder para sostenerse, funda los 
estados,  divide a los hombres en naciones; sus tentáculos se clavan en las 
entrañas de la tierra para sacar el dinero que monopoliza y distribuye 
inicuamente; penetra en todos los ámbitos, desde el taller y la fábrica hasta el 
acaparamiento absoluto  de vidas y  haciendas, dicta leyes y las impone para 
robustecerse y consolidarse; señor  absoluto de las existencias, no repara en 
medios para desnaturalizar el trabajo,  atribuirse la producción, regularizar la 
vida a base de la usurpación y la violencia. Amo y señor del organismo social, 
tiene al “clericalismo” porque le ayuda en sus nefandos designios y cuenta con 
el “militarismo” porque le sostiene y le sirve de apoyo. Quiere que su “ley” sea 
acatada y obedecida por  todos: cuenta para ello con los sicarios y escribas 
para hacerla cumplir. A esto llama su mandato: a esto da el nombre de poder.
Pero la Anarquía, queridos niños, se levanta contra  este modo de 
concebir la vida y se rebela a esta manera de organizar la existencia. La
Anarquía aspira a suprimir todas estas causas que sumen a la humanidad en el 
letargo del opio. No quiere estados que, por el solo hecho de existir, llevan en 
sí desigualdades irritantes e injusticias cruentas. Al dinero  opone el  libre 
cambio de productos; al trabajo remunerador para los privilegiados, opone el 
trabajo  distribuido a cada cual según sus fuerzas; al egoísmo  insano de los 
poderosos, opone que las necesidades de cada uno sean cubiertas con arreglo 
a las necesidades de  todos. A  la ley opresora, opone la ley del  amor. Al 
egoísmo, opone la tesis de que la tierra pertenece al que la trabaja y produce.
Esto es la Anarquía, amados niños. Esto, y mucho más que no puedo 
explicaros en estas breves páginas, pero el tiempo os irá enseñando y la vida 
os irá descubriendo.
La Anarquía quiere que investiguéis el origen de todas estas 
desigualdades, el por qué de todas estas injusticias; que os capacitéis para que 
comprendáis  que la vida que vivís, reflejo de la vida amarga de  vuestros 
padres, no es así, ni puede ser así. La vida es belleza; la vida es la justicia; la 
vida es la paz y el bienestar.
La Anarquía os pone en el camino de conseguirlo y obtenerlo; y, pues 
sois los mas débiles, los más inocentes de esta malhadada organización, que 
sepáis rebelaros a cuanto os oprime y aprisiona. No  estáis solos. Hay quien 
lucha por sacaros de la amargura que os rodea, de las zarzas que hieren 
vuestras carnes, de los venenos que se filtran en vuestros corazones puros y 
sagrados.
Estos no os ofrecerán templos, ni os harán adorar  divinidades, ni 
pondrán el temor en vuestros espíritus, ni corromperán vuestras conciencias 
encenagándolas con el dolo y el engaño.
Alzad los ojos, mirad a vuestro entorno. La hora de las alegrías sanas, 
de la felicidad y de la paz llega para vosotros.
La Anarquía acelera esta hora, esta alegría, esta felicidad, esta paz que 
aún no tenéis.

  • II ¿CÓMO LLEGAR A LA ANARQUÍA?

La Anarquía, queridos niños, os facilita el camino  para llegar a ella. 
Cuenta con la Escuela, el Sindicato y el Ateneo Cultural. Vamos a explicaros 
estas tres poderosas fuerzas a las que tendréis que acudir siempre.
  La Escuela
Comprenderéis, fácilmente, que no podemos referirnos a la escuela 
burguesa y reaccionaria en donde hasta ahora os han hecho asistir. Nuestra 
escuela, la escuela que os ofrecemos, no es la cimentada a base de necias y 
estultas enseñanzas, sino la escuela racionalista.
Es preciso que sepáis que nuestra escuela tiene un  fundamento 
científico que es el que ha de orientar vuestras vidas. Vuestro maestro, el único
tal vez a quien  debéis agradecer sus esfuerzos por educaros,  definía esta 
escuela diciendo, que  secundaba  el  desarrollo espontáneo de vuestras 
facultades buscando  libremente  la  satisfacción de vuestras necesidades 
físicas, intelectuales y morales. 
He nombrado a Ferrer. Estudiad su vida, seguid su labor y erigidle en 
vuestro apóstol y guía. A él se debe la escuela racionalista que, para honra de 
la humanidad, creó en esta España. Desterró de la escuela las tres farsas de 
que antes os hablaba: el militarismo, el clericalismo y el capitalismo. Hizo 
penetrar la ciencia en el cerebro de los otros niños que con él se educaban e 
infiltró la razón en los corazones. Él hizo sagrado vuestro derecho a instruiros y 
educaros fuera del antro de las viejas escuelas y de  los maestros 
apergaminados.  Él desterró de vuestras  mentes la  idea  de  la  divinidad  y  la 
reemplazó por el culto a la justicia y la bondad. Él abrió la cárcel de las ideas 
para convertirla en lugar agradable y deleitable. Él vio en vosotros lo que la 
humanidad debe ver en vosotros: el germen de la humanidad nueva.
Honrad a Ferrer siguiendo sus doctrinas redentoras. Era anarquista 
Ferrer; es decir, luchaba contra  las potentes fuerzas clericales, militaristas y 
capitalistas que convierten la sociedad en un caos informe de ignominia. Así
debéis aprender a luchar. Iniciaos en esta doctrina salvadora y de vosotros 
mismos surgirá el mundo nuevo que estamos construyendo.
Es hora que sepáis que si no os redimís, si no os libertáis en la escuela
costará trabajo redimiros y libertaros cuando seáis grandes. La redención debe 
empezar en vosotros. Por eso, la Anarquía os da la  Escuela. Que vuestros 
maestros se compenetren también de esta altísima verdad. De no ser así, 
quedaríais  abandonados a vuestras escasas fuerzas y, por culpa  vuestra, 
caeríais en brazos de los que esclavizan la vida.
La escuela os ha de enseñar a ser rebeldes, rebeldes de esta sociedad 
corrompida y desgraciada. Los  enemigos de vuestros padres, de vuestros 
hermanos son y serán los enemigos vuestros. La causa de vuestro malestar y 
vuestra amargura también pesa sobre  los que os  dieron el ser y  viven con 
vosotros. Debéis uniros a nosotros en esta lucha santa de la que depende 
cese, en absoluto, nuestro dolor y nuestra infelicidad.
No  os queremos resignados; quede la resignación  para los maestros 
burgueses y las cárceles escolares que rigen.La escuela que os da la Anarquía es la de la libertad.
Hay tres libros que os ayudarán a conseguirla.  Tres libros que han 
educado a tres generaciones.  Tres libros que deben quedar en  vuestras 
escuelas como guiadores y conductores de vuestras vidas: El dolor universal, 
La Conquista del Pan y La Montaña. Sus autores son tres luces que aún brillan: 
Sebastian Faure, Pedro Kropotkine y Eliseo Reclus. Estos tres nombres no los 
olvidéis. Al llegar a los doce años no pueden faltar en la biblioteca que iréis 
engrandeciendo. Ellos os darán a conocer las causas de vuestros sufrimientos, 
el origen de vuestra esclavitud en el trabajo, los gérmenes de la vida y de la 
existencia, la historia de la tierra. En ellos aprenderéis a vencer las dificultades 
que se os presenten en la lucha, la fortaleza para resistirla y la esperanza en el 
porvenir. Que sean vuestros primeros pasos en la vida: báculo preciado para 
vuestro progreso.
  El Sindicato
La Anarquía, una vez salidos de la Escuela, no os  podrá dejar 
abandonados. A medida que crecéis, a medida que avanzáis –ya jóvenes–, os 
hace continuar la lucha acrecentando vuestra  rebeldía. Os dio  una escuela 
para que supieseis y conocieseis el mundo en que vuestros ojos se abren; os 
hizo ver la desigualdad, os mostró dónde radica el egoísmo, dónde está la 
maldad, dónde se oculta nuestro eterno enemigo. Os lo mostró, os lo hizo ver 
para que os preparaseis a combatirle y derrotarle.
Conseguido esto, abre las puertas de otra organización: el Sindicato. Si 
en la infancia tuvisteis una escuela, en la juventud no os faltará otra: la escuela 
del proletario.
Los mismos enemigos que os cercaron de niños, los mismos enemigos 
os cercan ahora. Precisa un organismo de lucha, un hogar a donde acudáis a 
refugiaros para recobrar la fe, para robustecer el ideal y centuplicar las fuerzas 
que debéis acumular para la batalla decisiva y final. Las mismas angustias, las 
mismas amarguras que os asediaban de niños, os asedian de hombres. Entrad 
en él; cobijaos en él. Unidos todos, identificados todos, resistiremos mejor. Sed 
fieles y solidarizaros con el compañero, hermano  vuestro en lucha y en 
rebeldía.
Esta nueva escuela –escuela de la vida–, no la  abandonéis. Junto a 
vuestros padres, seguid luchando por un mundo mejor.
  El Ateneo
Para que en esta lucha titánica no perdáis ni la fe, ni el entusiasmo, la 
Anarquía os brinda una tercera escuela donde se practica la lucha por la 
cultura. Son los Ateneos libertarios, complemento de los Sindicatos, guiadores 
de los Sindicatos, conductores de los militantes.
No sólo es la lucha por el mejoramiento material la que debe unirnos, es 
también la lucha por la cultura la que debe solidarizarnos. Aquellas ansias que 
sentíais en la escuela por adquirir conocimientos,  aquí las debéis continuar, 
ensanchándolas, aumentándolas, intensificándolas.
Ya veis, pues, como la Anarquía vela por vosotros, queridísimos niños.

  • III¿CÓMO HACERNOS DIGNOS DE LA ANARQUÍA?


Para que os identifiquéis con la Anarquía, para que dignifiquéis vuestra 
vida, debéis cumplir estos postulados ácratas.
§ 1. Ayuda
No te desentiendas jamás de los que luchan como tú, de los que sufren 
como tú. Son hermanos tuyos. En la escuela los tuviste a tu lado. Ahora, los 
tienes en el taller, en la fábrica, en las minas, aún sedientos  de justicia. 
Dondequiera que veas un hermano tuyo, ayúdalo. Por encima de las fronteras 
alzadas por los  privilegios, tiende tu mano a todo el que es víctima  de la 
sociedad actual burguesa.
§ 2. Apoya
Al que vacile, infúndele alientos; al que se desespere por ver lejano el 
triunfo, dale ánimos. La ayuda mutua es un deber sagrado y universal.
§,3. Copia lo bello
No imites lo perecedero, lo efímero. Todos los males, ahuyéntalos y 
aléjalos de ti: son aún la herencia de la imperfección humana a que estamos 
encadenados. Por encima de  este caos de ignominia, levanta  tus ojos a la 
belleza de la Vida.
§4. Labora
Todo es trabajo en la naturaleza y tu misión es contribuir, en la medida 
de tus fuerzas, a la perfección de este trabajo, No te resignes a ser siervo de la 
máquina, ni esclavo del músculo. Dignifica el trabajo, embellécelo, purifícalo.
§ 5. Estudia
Que el libro sea tu mejor amigo, tu consejero, tu guía. Nunca sabremos 
bastante. Quien añade ciencia, añade anarquía. Investiga por ti mismo, aclara 
los misterios que te rodean. Instrúyete, edúcate. Esta es la única herencia que 
debes dejar en la Vida.
§ 6. Ama
La ciencia no pone piedras en el corazón. Un amor puro y humano hace
penetrar en nosotros. Por alejados que estén, por distanciados que se hallen, 
cada ser es un amado nuestro.
§ 7. Protege
Quien mucho ama, mucho ayuda. Al ser débil, protégelo. Al anciano, al 
inválido, al enfermo, nos une mucho más amor porque son débiles. Ese pobre 
anciano que ves, fue fuerte como tú, valeroso como tú; ese doliente  inválido también fue como tú. Piensa que puedes ser como ellos; piensa que el trabajo 
burgués te envejecerá y te enfermará. ¡Protégelos!
Piensa en los que no están con nosotros: en los presos; Por luchar, por 
defendernos, no tienen libertad. ¡Acuérdate de ellos!
§ 8. Cultiva
La tierra es tu madre; el campo es tu sustento. Sazonados frutos y 
óptimas cosechas recogeremos si  los cultivamos. No dejes ninguna tierra 
estéril. Da a la tierra el cuidado que necesita para que te alimente y te haga 
vivir. En el mundo ideal, siembra  ideas, esparce pensamientos, escribe y 
acciona. En  el mundo real, que la  semilla caiga en toda la tierra  que, bien 
abonada y preparada, fecundará la semilla y la convertirá en flor y en fruto.
§ 9. No tengas esclavos
Aspira a ser libre y que las ansias de tu libertad abrase a  todos. No 
esclavices a nadie. Ni pájaros,  ni ningún ser viviente puedes encerrarlos 
impunemente. Abre las puertas de todas las jaulas, lima las rejas de todas las 
cárceles, donde –como el pájaro enjaulado– seres humanos sufren y padecen. 
Sé libre y haz libres, contigo, a los demás. Abre las puertas de tu corazón para 
que salgan de él todos los vicios, todos los defectos que lograron filtrarse. Sé 
libre y sé puro: ni tengas esclavos, ni te conviertas en esclavo.
§10. Trabaja
Trabaja y lucha la Anarquía te dice. Antes te dijeron:  Trabaja y reza. 
Deja los rezos, deja las oraciones. Sólo hay una oración que no debes olvidar 
nunca: la del trabajo. Trabaja por el bien de la Humanidad, para que cesen los 
dolores, para que terminen los sufrimientos, para que la amargura se aleje para 
siempre. Sé feliz en una humanidad feliz. Sé libre en una humanidad libre.
Esto es la Anarquía, queridos niños. ¡Bienaventurados, vosotros, si la 
comprendéis y la practicáis!
Empiece, pues, para vosotros la visión de una vida nueva de purezas y 
bondades.

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jueves, 3 de enero de 2013

Comunicado de CNT Lorca a todas las asociaciones y movimiento social de Mazarrón, con motivo de la campaña municipal de multas



Lorca, a 7 de diciembre de 2012

A las asociaciones y movimientos sociales de Mazarrón:
Estimados amigos y compañeros, salud.
Queremos a través de este escrito haceros conocedores de los graves ataques a la libertad de expresión que está llevando a cabo el Ayuntamiento de Mazarrón, en una campaña de acoso que han dirigido contra la CNT, pero que cualquier día puede volverse contra cualquier otra organización que consideren, si nos mostramos débiles e incapaces de detenerlo.
El problema es el siguiente: desde que comenzó el conflicto de este Sindicato con las empresas Facsa y Aqualia, a raíz del despido de nuestro compañero de la depuradora de Mazarrón, hemos ido desarrollando distintas acciones de protesta y presión, de las que seguro que conocéis muchas: Manifestaciones, puestos informativos en la calle, reparto de octavillas, concentraciones en la puerta de Aqualia, etc. El Ayuntamiento es a nuestro entender parte en este conflicto, ya que aunque la depuración es competencia autonómica, consideramos que la gravedad de la situación es suficiente como para que el consistorio se dirija a las empresas y a la Comunidad Autónoma (en concreto al ente público ESAMUR) a pedir explicaciones, y a exigir que vuelva la normalidad a la depuradora de aguas residuales del pueblo, donde se persigue la actividad sindical de la CNT y se mantiene al personal obrero atemorizado con la amenaza permanente de nuevos
despidos. Por lo tanto hemos escrito al alcalde en varias ocasiones, llegando a reunirnos con él  tres veces, en las que se ha comprometido a realizar una serie de gestiones que luego no ha cumplido.
Finalmente, cuando hemos empezado a pegar por las paredes del municipio unos carteles denunciando las malas prácticas de las empresas del agua y por la readmisión del trabajador despedido, ha comenzado a actuar el equipo de gobierno, pero no a favor de los trabajadores como era de esperar, sino todo lo contrario, han comenzado una campaña de multas dirigida a eliminar por la vía de la asfixia económica la propaganda sindical de las paredes de Mazarrón. Así, hemos recibido tres multas casi seguidas por el hecho de pegar estos carteles. La suma asciende (por ahora) a 1503 euros, y han declarado públicamente su intención de seguir multando si nosotros seguimos pegando. Este ritmo no hay asociación que lo soporte. Su excusa legal es que no tenemos autorización para pegar propaganda, pero ya les hemos pedido tres veces esta autorización (una en persona y dos por escrito) y no nos contestan, ni lo van a hacer, porque si nos autorizan podemos realizar nuestra propaganda, que es lo que no quieren.
Queremos que comprendáis que no se trata sólo de nuestro problema con el Ayuntamiento, sino que somos todos, porque cualquier día esto se puede aplicar a cada uno de vosotros, lo que está en juego es la libertad de expresión, el derecho a actuar como asociaciones y organizaciones sociales, no puede ser que aquí anulen y callen la boca al primero que proteste.
Es necesario salir a las calles para frenar esta deriva represiva del Ayuntamiento, estamos atentos a vuestras sugerencias para comenzar las movilizaciones.

Recibid un fraternal abrazo,
Por mandato de la asamblea:
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El Secretario General del Sindicato de Oficios Varios
CNT-AIT Lorca